Medicina Biomédica Molecular
La historia de Biomedica Molecular Medicine (BMM) nos enseña las potencialidades de la innovación cuando se reacciona con estrategia y confianza, convirtiéndola en una verdadera oportunidad de cambio. Además, es un ejemplo del valor añadido que RTDI puede incorporar a un proyecto innovador de investigación y desarrollo tecnológico (I+D+i), y cómo lo llevamos a cabo. Ocurrió hace ya años, en torno al 2015.
Hasta ese momento, el diagnóstico de un cáncer para definir el tratamiento más adecuado para el paciente implicaba inexactitudes que provocaban la prescripción, en muchos casos innecesaria, de tratamientos agresivos y caros para el paciente o sus familias, lo que aumentaba los problemas de salud secundarios debidos a la quimio y radioterapias, y mayor dificultad en el acceso universal al sistema sanitario. A través de las llamadas técnicas de screening se empezó a lograr resolver esta situación, y ahí es donde se enmarca BMM. Desde entonces, el campo de I+D+i para desarrollar nuevas vías de diagnóstico y tratamiento del cáncer es enorme, y en él BMM tiene el foco en que los resultados de verdad mejoren las prácticas clínicas.
En sus inicios, trabajaban como un pequeño grupo de investigación perteneciente a Instituto del Investigación del Hospital La Paz de Madrid-España. Motivados por los avances en su investigación, en 2014 deciden atreverse a traspasar estas barreras y crear una spin-off para acercar sus descubrimientos a la práctica clínica. Así nace Biomedica Molecular Medicine, surgida directamente del ámbito sanitario. Sus objetivos eran, por una parte, llevar el screening de pacientes de cáncer de mama a aquellos grupos donde no estaba siendo posible, y por otra, desarrollar técnicas de recogida de muestras mucho menos invasivas que las que estaban siendo usadas, y mucho mejor adaptadas a lo que los profesionales sanitarios necesitan hacer. Llamaron a sus pruebas diagnósticas 8-gen Score y TNBC-like.
Sin embargo, el campo de cáncer de mama se convirtió en un hervidero de innovaciones provenientes de todo el mundo, algunas de las cuales estaban en estados de maduración más avanzados, tanto tecnológicos como en relación con su llegada a mercado. La investigación en cáncer de mama era un campo muy explotado y saturado, donde la capacidad de crecer y generar cambio podía ser limitada. Esa era la foto que arrojaban los procesos de vigilancia tecnológica que utilizamos en RTDI.
Estos mismos procesos nos permitieron encontrar un frente nuevo de oportunidad en el campo del cáncer de riñón, donde hasta ese momento no se había logrado realizar screenings y verdaderamente las soluciones de BMM podían marcar un antes y un después. Sobre esta base, construimos una nueva IDEA de proyecto que permitiese a BMM actualizar su estrategia de innovación. Fruto de este acompañamiento, Biomedica decidió ampliar el enfoque de sus investigaciones y centrarse también en el desarrollo de tests dedicados al este tipo de cáncer (que se encuentra entre los 10 de mayor prevalencia), consiguiendo la apertura de nuevas vías en su crecimiento e internacionalización.
De esta manera, RTDI pudo contribuir a incrementar el valor empresarial de BMM, a través de determinar cuál podría ser la estrategia de competitividad del producto en un momento crítico de su proceso de consolidación como spin-off.