Para innovar hay que apostar por ello
Autor: Yolanda Benito, Jefa de Área de Sostenibilidad del Ministerio de Ciencia e Innovación
Fecha: 26 de Enero de 2010, durante las Segundas Jornadas de innovación Empresarial
Por la innovación hay ciertamente que apostar, y en este sentido la formación debe potenciar la generación de estímulos intelectuales que impulsen el pensamiento creativo, base de una conducta innovadora. Formar a personas innovadoras implica combinar dos aspectos: la capacidad creativa para generar cosas nuevas y el pensamiento crítico para detectar cuáles ya no funcionan y sería
necesario cambiar.
necesario cambiar.
En realidad todos podemos ser más creativos si nos lo proponemos. Sin embargo esta energía creativa no es suficiente para asegurar la innovación; si carecemos de la necesaria formación e información sobre el campo o el sistema al que deseamos aplicar nuestra imaginación, podríamos acabar resultando ineficaces y extravagantes. A un cierto grado de creatividad -natural o adquirida- se ha de sumar una buena dosis de formación e información que además potencie la motivación intrínseca.
Es necesario entender la formación como un estímulo para la innovación y por tanto no cabría esperar muchas novedades de una organización carente de estímulos… Sin embargo la mera asistencia a cursos programados en la formación continua de una empresa no resulta siempre efectiva o suficiente, aunque contribuya al aprendizaje permanente. En algunos casos estos cursos podrían estar generándose dentro de una “rutina”, y presentar contenidos no actualizados ni atractivos, y por tanto no generar suficiente impacto. Las necesidades del mercado deberían ser las
que marquen la oferta de formación complementaria.
Tres cuestiones para el debate:
- ¿La formación actual potencia la innovación?
- Dependiendo de su formación inicial, ¿hay profesiones más o menos innovadoras?
- ¿Es necesario formarse específicamente en innovación?
“En el aprendizaje, leer sin pensar es un esfuerzo vano”. Confucio